No hace muchos años el mercado era un mar de tiburones. El objetivo era vender fuese como fuere, vender y vender más que la competencia para poder sobrevivir un ejercicio más. A esto se sumó el hecho de que los consumidores estaban incrementando su consumo a ritmos alarmantes, y en consecuencia hasta el humo se podía vender. Sin embargo esta situación alcanzó el colapso. El comercio mundial se paralizó y la confianza de los consumidores cayó en picado.
La cuestión ahora es: ¿siguen siendo los mismos clientes y mercados los que nos encontramos tras el cataclismo? Evidentemente la respuesta es negativa, y por ello es en este momento cuando las acciones que se puedan llevar a cabo desde los departamentos de marketing toman más relevancia que nunca.
La nueva sociedad de consumo, dibuja una nueva realidad de paradigmas asociados a nuevas pautas de comportamiento en el consumidor todavía escéptico. Consumidores mejor informados y más exigentes con sus demandas, en la que los valores adquieren más importancia.
Cada vez adquiere más valor para el consumidor que la empresa que presta sus servicios, transmita su compromiso con los nuevos valores de los que se ha impregnado la sociedad: el compromiso con las personas, con los trabajadores de una empresa, con el medio ambiente, en la conciliación de la vida laboral, etc. valores por los que las empresas y las marcas deben apostar en el diseño de sus propuestas de valor.
El marketing con valores es el nuevo Marketing 3.0, con él lo que se persigue es crear una relación personal con tus clientes, “llegar al alma”. Para poder llegar a este punto hace falta mucho más que preocupación por el producto; el marketing debe tomar una visión global y contemplar desde clientes a trabajadores, desde accionistas a proveedores, desde los procesos de fabricación hasta el gabinete supremo de dirección. Todos y cada uno de los aspectos de la empresa son importantes y han de ser administrados bajo una misma y única visión basada en los VALORES.
Buenos ejemplos de esto, de los que además somos orgullosos partícipes son: Teletaxi Valencia y Viviendea
TELETAXI Valencia. Una cooperativa valenciana con más de 30 años de experiencia en el sector que durante su largo recorrido ha adoptado un compromiso con toda la gente que la integra y la hace posible. Ecología, adaptabilidad y seguridad son algunos de los valores de esta marca, en la cual tanto trabajadores como clientes quedan totalmente integrados en el compromiso social por el que TELETAXI apuesta.
Viviendea, cooperativa de viviendas a medida y a precio de coste. Es otro ejemplo del trabajo con valores. Adaptabilidad, participación activa, personalización y sobretodo transparencia son algunos de los valores que guían a esta empresa en su andadura. En este caso además se trata de un buen ejemplo de que no únicamente se puede trabajar con valores sino que hay que saber comunicarlos y crear un vínculo con tus clientes.
¿Y tú? ¿Comunicas con valores?