El Neuromarketing está formando parte cada vez más del día a día de los directores de marketing de las empresas. Saber cómo funciona el pensamiento humano abre una inmensidad de posibilidades a la hora de saber qué, cómo y cuándo quieren nuestros clientes un servicio o producto.
Por ejemplo, en cuanto a la forma de algunos recipientes u objetos, mostramos una preferencia visual a las formas curvas, en lugar de bordes más pronunciados. Así podemos observar las formas de los botes de champú, los bordes de los smartphones o incluso en televisión, donde en los platós, la mayoría de las mesas son curvadas sin esquinas pronunciadas.
Por ello, muchos de los responsables de marketing de las empresas han empezado a decantarse directamente por vender el producto tal y como quiere nuestro cerebro, dejando a un lado la opinión del consumidor, ya que este muchas veces no dice lo que piensa realmente, o no coincide lo que consigue transmitir con lo que percibe el cerebro y el subconsciente. Ahí es donde actúa el neuromarketing.
En otro campo, tenemos el caso de la preferencia de las muñecas con las que juegan nuestros pequeños: Barbie vs Bratz. En la práctica la chica joven, rebelde y desenfadada (Bratz) ganó la partida en muchos países a la chica buena, fina y recatada (Barbie). Esto nos refleja que las niñas se veían más y mejor reflejadas en la chica mala, antes que en la buena.
Por otra, parte podemos destacar el caso de las cadenas de comida rápida. Ahora tenemos muchísima información sobre los alimentos que comemos, pero aun así continuamos yendo a los “fast food” y su crecimiento en lugar de verse aminorado, aumenta.
Y esto ¿por qué?. Nuestro comportamiento es uno y el que asumimos y verbalizamos es otro. Porque de cara a la galería mostramos unas preferencias en el consumo pero cuando lo ponemos en práctica disfrutamos de lo que realmente nos gusta y queremos, sin atender a más elementos o condicionantes.
Hoy día, en cualquier estrategia de marketing de empresas, administraciones u organizaciones el neuromarketing debe tenerse en cuenta a la hora de desarrollar estrategias y tomar decisiones si queremos conseguir nuestros objetivos.
Daniel Agulló. Departamento de Marketing y Comunicación de KAIZEN GROUP.