Artículo publicado en El Mundo.
“Es clave contar con personas apasionadas con el candidato para que traten de transmitir la ilusión”
Nos encontramos a poco más de un año de los próximos comicios electorales y la experiencia me dice que, en muchísimos casos, todo se relega al período de campaña. Tengo la convicción de que quien mejor conoce una empresa u organización es la persona que la dirige, pero esto no significa que no se puedan implementar técnicas, herramientas o visiones externas que contribuyan a la mejora.
Sin que existan recetas mágicas, a continuación, citamos siete ideas que se podrían tener en cuenta:
- Un buen plan de marketing político no se debería de fundamentar en el corto plazo, todo y que evidentemente en función del momento en el que nos hallemos y el tiempo con el que contemos, las acciones deberán de ajustarse a las mismas.
- Analizar el histórico electoral. Es decir, cómo se comporta nuestra marca política en función del momento, y del tipo de elecciones a las que se enfrenta (local, autonómica, europea…)
- Comunicar bien lo que se hace. En muchas ocasiones, el día a día nos centra en la gestión y olvidamos dar a conocer lo que hacemos. Actualmente, existen infinidad de herramientas que nos permiten comunicar de manera efectiva lo que hacemos. Eso sí, hacerlo de cualquier manera no es suficiente; hay que ejecutarlo bien, y no olvidemos que la opinión de las personas también es comunicación.
- Segmentar e identificar los diferentes públicos. Tratar a toda la sociedad como una masa uniforme es algo bastante frecuente. En la sociedad hay jóvenes, mujeres, autónomos, trabajadores, empresarios, ecologistas, etc., lo sabemos, pero ¿lo aplicamos?
5. La marca es importante, pero se genera con contenido. La marca política contiene una serie de atributos (valores, ideas, emociones…) que, dependiendo de la coyuntura, puede tener efectos de arrastre positivos o negativos.
6. Las personas son el todo. Las personas que conforman las organizaciones políticas, militantes y simpatizantes, juegan un papel muy importante en la comunicación de valor de la marca-candidato, ya que la prescripción es un elemento clave en la comunicación.
7. No queremos votantes, queremos fans. Nos referimos al prescriptor, que tiene un valor fundamental en marketing a la hora de generar opinión sobre otros votantes. Será clave contar con gente apasionada con el candidato para que traten de transmitir la ilusión desde la complicidad. Por lo tanto ¿sabemos lo que tenemos que hacer para enamorar y apasionar a nuestros electores?