Seguro que habías escuchado hablar del marketing estacional, pero ¿realmente lo aplicamos bien a nuestra estrategia?
El marketing estacional es una técnica que se basa en las fechas del calendario para establecer la estrategia de marketing. Es decir, planificar las acciones de venta en función de las festividades y eventos marcadas por el calendario, para incentivar las ventas y el consumo. Las fechas son claras: Navidad, verano, Reyes, Semana Santa…
En este nuevo post vamos a aplicar la técnica del marketing estacional al momento actual: el fin del verano. Es una fecha marcada que está presente en la mente de todos, pero por alguna razón no se considera un acontecimiento suficientemente importante como para incluirlo en la planificación anual de marketing. Asociamos el fin del verano como una época incierta, donde las ventas suelen bajar y los usuarios son menos activos.
Aquí os traemos algunos consejos para darle la vuelta al fin del verano y que también podamos aprovechar esta situación para generar ventas y/o cumplir objetivos.
El fin del verano supone el inicio del otoño, así que, ¿por qué no celebrarlo?
Dale la vuelta a tu comunicación y en vez de despedir al verano dale la bienvenida al otoño. El hecho de terminar el verano, las vacaciones y el buen tiempo tiene connotaciones negativas. Por este motivo, si hablamos a nuestros clientes de las ventajas de la llegada del otoño crearemos un discurso positivo que puede inducir a la compra.
Coge un calendario de los próximos meses y marca citas importantes: Black Friday, Halloween, fiestas autonómicas y locales… Y si necesitas alguna más, siempre puedes crear algún día especial para tu marca. ¡Échale imaginación!
La nueva estación puede servir para recuperar aquellas acciones que funcionaron bien en el pasado, o incluso darle una vuelta y adaptar aquellas que no fueron tan bien. ¡El otoño es tiempo para probar y arriesgar!