Probablemente alguna vez hayas escuchado hablar sobre el inbound marketing, y es que cada vez más las empresas implementan esta metodología. Los tiempos han cambiado y con ello la forma en que los clientes consumen, por lo tanto, el marketing de cualquier empresa debe adaptarse a estas nuevas formas. ¿Y qué es lo que el inbound marketing ofrece exactamente? Pues la captación de leads (clientes potenciales) de una manera poco intrusiva al proporcionar contenido útil y de su interés. De manera que estos no sienten que están siendo atraídos por el simple hecho de conseguir ventas.
Más concretamente, se trata de ofrecer valor al cliente, no solo atrayéndolo, sino involucrándolo y complaciéndolo. Digamos que con el inbound marketing el cliente se convierte en embajador de la empresa, consumiendo sus productos y servicios porque realmente los conoce y sabe el valor que tienen, y además comparte su experiencia con otros consumidores.
Y si todavía no estás del todo convencido, te presento una serie de casos de éxito que no te dejarán indiferente. Empresas de la envergadura de Starbucks, Listerine, Netflix e incluso Uber llevan años aplicando el inbound marketing en sus empresas, creando así una amplia comunidad ya no solo de clientes sino de seguidores que se mantienen fieles a ellas. Gozan de gran presencia en redes sociales, llegando así a un gran número de usuarios mediante la constante publicación de contenidos. Asimismo, se crea una red de interactividad derivada de los comentarios, re-posts, likes, etc.
No cabe duda de que el inbound marketing es de las mejores herramientas que existen actualmente para atraer clientes y aumentar las ventas debido a su carácter poco intrusivo. Sin embargo, el secreto detrás de una correcta aplicación de esta metodología consiste en trabajar de manera integrada todas las fases que la componen.